En
esta publicación quiero contarles mi experiencia como madre lactante.
Si
bien es cierto que la leche materna es el mejor alimento para un bebe y que se
recomienda alimentarlo exclusivamente
con ésta los seis primeros meses de vida, también es
cierto que puede resultar un proceso doloroso y quizá frustrante
que después del parto no salga la leche a chorros. Esa es la razón, supongo, por
la cual la mayoría de las madres de hoy descartan la lactancia materna y optan por la alimentación
con formula (leche de tarro) y tetero.
Cuando
nació mi hijito yo me dispuse a
alimentarlo y a pesar de que él respondió muy bien con sus instintos
alimenticios y su reflejo se succión ¡PLOP! No salía ni una gota. Mi mamá me dio muchos remedios caseros para
que supuestamente brotara la leche, entre ellos bebida de hinojo, agua panela
con maduro, aguita de nacedero, y por ultima y más efectiva la malta con leche.
Sin embargo, y a pesar de todo lo bebido, la leche parecía no ser suficiente.
El
pediatra me aclaro que era yo quien optaba por lactar o no. Era cuestión de
tomar la decisión de lactar a mi bebe si yo quería lo mejor para él. Aunque doliera mucho yo decidí ofrecerle su lechita.
Encontré
que Amamantar es un acto de amor profundo, en el que se crea un vinculo
afectivo muy fuerte entre la pareja lactante. Opino
desde entonces que debería propagarse
una cultura que prepare a las embarazadas para la lactancia, brindando Consejos
como una buena alimentación, técnicas de extracción y almacenamiento para las
madres que trabajan y sobre todo enseñando los beneficios que trae la leche materna a nuestros bebitos.
En fin, La lactancia materna si es posible, basta con tener un poquito de paciencia, el dolor pasará y la leche abundará: a mayor demanda mayor producción.
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